#8 ¡Malcriar al bebé, o no!

“¿Puedo malcriar a mi bebé?”

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Mariana recuerda la declaración de su suegra: "Asegúrate de no malcriar a ese bebé. ¡No necesitamos un bebé quisquilloso y pegajoso en ESTA familia!"

Pero la clase prenatal para recién nacidos a la que asistieron Mariana y su pareja, Matías, se centró en comprender y responder a la comunicación del bebé. Ellos recuerdan esos "Estados" y "SOS", y entendieron desde el principio que "¡nuestro bebé es una persona REAL, listo y capaz de tener una relación con nosotros!"

Estos padres aman acurrucarse con su bebé, deleitándose con su más reciente logro. Se dicen el uno al otro lo especial que es su bebé. Esa sensación de saber y apreciar que su bebé sólo ha crecido en estos meses.

Sin embargo, todavía se preguntan si su amor y atención podrían malcriar a este bebé, así que plantean esta preocupación en su próxima visita al pediatra.

La Ciencia: Por qué no puedes malcriar a un bebé

Los bebés son expertos en comunicar sus múltiples necesidades: "Tengo hambre, calor, frío, soledad, cansancio, aburrimiento..." A medida que los padres responden a las necesidades del bebé, éste aprende que es amado y cuidado, y que su mundo es un lugar seguro y de contención. Los padres que son capaces de responder rápidamente a las necesidades de un bebé descubren que su bebé se vuelve menos exigente, no más. Los estudios demuestran que los bebés que se sienten seguros durante su primer año se vuelven más independientes, seguros de sí mismos y más felices en los años venideros.

Además, los cerebros de los bebés necesitan desarrollarse más completamente antes de que sea posible "malcriarlos". No es hasta alrededor de los nueve meses de edad que los bebés comienzan a entender "causa y efecto": "Si hago ESTO entonces ESO sucederá". Un bebé de esta edad nota que si empuja su tazón de la mesa, cae al suelo con un gran golpe. Antes de esta edad, ese tazón parece desaparecer del mundo. Por lo tanto, no es hasta los 9-12 meses de edad que los bebés son capaces de realizar acciones que podrían manipular a sus seres queridos.

Cómo esta información ayudó a estos padres

Mariana y Matías se tranquilizaron con la visión de su médico. De hecho, la paternidad ha sido tan emocionante y satisfactoria como esta pareja esperaba. Cuando su hija tenía seis meses, Mariana y Matías se alegraron de que la familia extendida reconociera que su amor y atención no habían malcriado a este bebé. En cambio, toda la familia disfruta de conectarse con una niña plena, segura y feliz.