“A Maria No le Gusta mi Leche”
“¡Mi hijo de cuatro meses está despierto la mitad de la noche!”
“¡No sé qué hacer cuando mi bebé sigue llorando!”
“Jugaré con mi bebé cuando él pueda jugar a la pelota”
Cuando Julie entra a la visita de las dos semanas de edad de su hija, ella dice: “¡Se acabó!”. “Voy a abandonar la lactancia. Estoy agotada. Le doy de lactar a mi pequeña Taylor y luego, la acuesto para que duerma. Cuarenta y cinco minutos más tarde, ella comienza a retorcerse. Hace movimientos con sus labios, sus ojos se abren, se ponen brillantes y gime. Supongo está lista para comer de nuevo y por eso, la pongo en el seno. Pero inmediatamente se queda dormida. Nos toma a mí, ¡y a mi marido!; otra hora para despertarla para comer. Entonces, comienza todo de nuevo. Sé que la lactancia materna es lo mejor para la bebé y para mí, pero a lo mejor tengo que dejarla.”
Estoy encantada de que Julie me esté contando esta historia, antes de que deje de amamantar. Su problema es uno que puedo resolver , compartiendo con ella un poco más de información.
Julie está confundiendo el sueño “ACTIVO/LIGERO” y el estado en el que la bebé, se está despertando. Todos los bebés tienen dos ciclos de sueño. En cambio el sueño QUIETO/PROFUNDO, se reconoce fácilmente porque el bebé está totalmente inmóvil, su respiración es profunda y regular, sus ojos permanecen cerrados y sin movimiento debajo de los párpados y no hace ningún ruido. Ese es el tipo de sueño al que la gente se refiere, cuando dice: “¡Está durmiendo como un bebé!”
El sueño ACTIVO/LIGERO (también llamado de movimientos oculares rápidos o sueño REM por sus siglas en inglés “rapid eye movement” ) es muy diferente. Durante el sueño ACTIVO/LIGERO los bebés se mueven, estiran sus brazos o piernas, respiran más rápido, abren los ojos un momento, hacen movimientos de succión con la boca y gruñen o hacen otros sonidos. Al mirarlos, pareciera que estos bebés se están despertando, pero de hecho; todavía están dormidos. Todos los bebés tienen ciclos, entre estos dos estados de sueño; varias veces durante la noche.
Julie está aliviada. Regresa para un control de peso, la semana siguiente con una gran sonrisa en su rostro. Admite haber aprendido a reconocer el sueño ACTIVO/LIGERO de su bebé. Cuando Taylor llega a ese estado, ella la deja tranquila y en unos pocos minutos; la bebé vuelve al sueño QUIETO/PROFUNDO. De esta manera, la madre logra dormir una hora o dos más. Cuando Taylor tiene hambre, hace la transición de un sueño ACTIVO/LIGERO a estar despierta. Después de que ella se queja por un minuto más o menos, Julie sabe que ahora; está realmente lista para comer. Esta lactancia materna va muy bien. Ella ha compartido esta información con otras madres jóvenes y ahora todo el vecindario está durmiendo mejor.
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